Por Marina Easley
Ser joven es:
Caminar sobre llamas sin quemarse,
es ver el alumbrado de la alameda
como regalo bajado del cielo,
en forma de fabulosas estrellas,
a coronar cándidos corazones,
a quienes mundos de amor les esperan…
Ser joven es:
En lista de Dios y sus deberes,
Poner sus necedades de primera,
llamarlo “Padre” cuando se ve solo,
y olvidarse de Él cuando prospera.
Es ver la arrugada faz del anciano,
y creer que no tuvo primavera…
Ser joven es:
Mirar la vida a través de un cristal
que sólo dá los visos que uno espera…
Arrullarse en un amor que no existe,
y a lo muy lejano creerlo cerca…
Es tener vívida imaginación,
y jurar que la vida es simple quimera.
Ser joven es:
Correr veloz sin saber hacia dónde
para estrellarse contra dura estepa,
ver estrellas de mil
y más colores,
y creer que son ninfas que lo besan…
Es tomar lo muy serio a la ligera,
usando el corazón, no la cabeza…
ser joven es:
Sonreírle y coquetearle al sol,
es sentirse alborada en primavera,
gozar de la dulce paz de la noche,
sin cruzar del día la dura brega…
Es, con dulzura abrazarse al pecado,
y aceptar con dulzura su condena.